y para Nador ya no tenía ni una importancia...,pero alguien quiso
que no fuera así para ninguno de los dos caballeros....
Mientras Nador dormía - esperaba ansioso el momento de amanecer para regresar
a su castillo-, un ruido le sobresaltó de tal manera, que se levantó en un
segundo y desenvainó su espada.
-¡Uuuuuuuuuhhhh! - Era el búho de la bruja Morgana; se encontraba de pie,
junto a él ,parcialmente iluminada por la lumbre del fuego que el caballero había
encendido hacía un rato para superar el frío.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¡Ten cuidado, mi espada está afilada!
-Guarda tu espada. He venido a hacer un trato contigo,Nador,caballero
del caballo negro y de la negra capa.
-¿Un trato? ¿Qué trato quieres hacer? No quiero tratos con brujas, y
menos aún contigo , Morgana; tienes muy mala fama.
-¿Estás seguro? Es sobre ...LA ROSA MÁGICA....
-Hablemos - dijo Nador. ¿Qué sabes?
-Sé dónde nacerá LA ROSA MÁGICA.
-¡Vamos, rápido! ¡Dímelo! - exigió , impaciente Nador.
-Te lo diré si antes prometes cumplir tu parte del trato.
-¿Y cuál es esa parte del trato que debo cumplir?
-Quiero que cuando encuentres a Hiza Azul ....¡LO MATES CON TU ESPADA!
-¡¿Cómo?!
-Hiza Azul te ha engañado. Él sabe dónde nacerá LA ROSA MÁGICA, al igual
que yo lo sé. Con el final de Hiza Azul, tú accedes a LA ROSA MÁGICA y yo
elimino a mi principal rival.
Nador estaba tan frustrado y tenía ganas de tomarse la revancha
acceptó el trato.
-Trato hecho. Dime dónde nacerá la rosa mágica.
-Recuerda que has dado tu palabra. La Rosa Mágica nacerá mañana....
¡en el jardín del castillo real! NO ESTÁ NI ESTARÁ NUNCA EN ESTE BOSQUE.
-¡¿Cómo?! - exclamó Nador, que no daba crédito a lo que acababa de oír.
-¡Claro! ¿No te das cuenta? Hiza Azul consiguió engañar a todos
los caballeros con su estratagema: al plantearles el reto de buscarlo en
el Bosque Encantado, todos los caballeros quedaron a venir aquí a perder
el tiempo. Sólo vinisteis dos. Pero, logró despistar la atención de jardín
del castillo real. Él estará mañana allí para arrancarla.Debes apresurarte.
Nador estaba enfurecido. Pero, por fin todo encajaba. Ensilló su caballo
y a gran velocidad entre los árboles , camino del reino habitado,
con destino al castillo.
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